Centro Acuático Estadio Nacional

Centro Acuático Estadio Nacional

Una nueva Piscina Olímpica para el Estadio Nacional, que complementa el funcionamiento del Centro Acuático existente, apoyando las instancias de entrenamiento deportivo y eventos de competencia.
Obra
Centro Acuático Estadio Nacional
Arquitectura
Iglesis Prat Arquitectos. Arq. Jorge Iglesis
Constructora
Basco
Cliente
Instituto Nacional del Deporte
Ubicación
Ñuñoa, Santiago de Chile
Ingeniería
ALPHA (Alfonso Pacheco)
Período
Año proyecto: 2012
Año
2013
Colaboradores
Ewa Ziolkowska - Verónica Romanque
Consultoría
INGENET
Presupuesto
$116.626.341.- DLS $ 235.000.-
Sup. terreno
577.700m2 (Estadio Nacional)
Sup. construida
6.839m2
Materialidad
Acero, Policarbonatos y Revestimientos Metálicos.
Iluminación
Paulina Sir Fierro
Fotografía
Juan Francisco Vargas Malebrán
Web
www.iglesisprat.cl

Los edificios que se levantan con ocasión de los grandes encuentros deportivos (olimpíadas, mundiales de fútbol, juegos regionales, como los ODESUR, por ejemplo) siempre tienen el desafío de articular la suplencia de los vacíos o las carencias de equipamientos específicos en el lugar en que se celebran estas gestas deportivas con las necesidades propias del encuentro con y las posibilidades reales de darles sustentabilidad o viabilidad en el futuro. Esto último dice relación con la capacidad del país anfitrión de explotar y dar uso eficiente a las instalaciones una vez superado el entusiasmo y la masividad del encuentro que convoca y motiva la construcción. Esto, que es un desafío que deben asumir los gestores y administradores es, también, un desafío para los proyectos y para la arquitectura. En este contexto, la construcción de una piscina cubierta, una necesidad declarada y largamente ansiada por las autoridades y deportistas, es una ocasión para poner en tensión este desafío. Una piscina cubierta, por la naturaleza que le es propia, por la necesidad de disponer al menos las tres piletas (de natación, salto y calentamiento) es un edificio de proporciones no menores. A su longitud natural debe sumar una altura digna y que permita las prácticas de saltos ornamentales. Este volumen de aire ha de ser, además, climatizado adecuadamente. Complementarios a él, aparecen los programas de apoyo necesarios, graderías, camarines, salas de primeros auxilios, musculación, etc. En el ánimo de adecuar o reducir los costos de construcción (aspiración casi omnipresente del gestor en nuestras latitudes) no es fácil, acaso es imposible, reducir la escala del proyecto. Habrá que apelar, pues, a ser eficiente, racional y sintético en su concepción y en los costos de operación previsibles. El proyecto que se comenta avanza sin titubeos en esta dirección. Un gran volumen interior que se abre al oriente en una fachada traslúcida y parcialmente trasparente, protegida por un gran alero, se va cerrando hacia el poniente en que se instalan las graderías y los servicios. Esa fachada, en parte conformada por un cuerpo paralelo de toda la longitud del edificio, concebido en hormigón, se apoya también en unas columnas de acero de sección circular que reciben la cubierta. Es un gran y único espacio, luminoso, transparente, de gran consistencia geométrica. El tratamiento diferenciado de los paneles traslúcidos y transparentes de las pieles de la fachada oriental, así como de las fachadas norte y sur, refuerzan la percepción de levedad del edificio. El aparente desorden de su disposición instala acentos que se depositan como gotas en la parrilla construida sobre un patrón de una geometría ortogonal muy ordenada. La eficacia del alero y su proyección de sombra sobre el cerramiento se aprecian en una de las fotografías del interior. La estructura de acero resuelve las luces requeridas mediante un sistema de marcos arriostrados con columnas y vigas de celosía. Aunque no siempre es evidente, hay una clara diferenciación en las secciones de los elementos comprimidos y las secciones de los elementos en tracción. Esto habla de la economía de recursos. La inserción del edificio en el entorno es precisa y muy limpia, reforzada por la claridad conceptual y geométrica del volumen propuesto y acentuada por la levedad que sugiere el tratamiento de su piel traslúcida. Los autores hablan de unos revestimientos de madera en cielos que no apreciamos: habrán sucumbido al tiempo o al costo, pero habrían, efectivamente contribuido a completar en forma magnífica el contraste entre el espejo de agua y una envolvente cálida sumando al ambiente sereno que se aspira a conformar. No es menor el punto: el exuberante colorido del público y el notable esfuerzo de los atletas merecen, a veces, un ambiente sereno. 

F. Pfenniger

Cubierta y espacio orientado

Las superficies del agua de las piscinas son el centro del proyecto. Avanzan para definir los accesos y ordenan el total. Se abren al oriente y a la vista, se cierran al poniente y al sol. El partido se hace transparente al entorno y al parque. Las graderías se abalconan sobre el agua y los arboles como un muro de apoyoguardando los servicios en el interior. 

La Cubierta es el elemento arquitectónico de mayor significación. Define un gran espacio luminoso y ligero, que recibe con claridad y se orienta al espectáculo y al paisaje. El parque, la piscina y las graderías son contenidas con el plano único de la cubierta. Un gesto claro y rotundo define el espíritu y el sentido del proyecto, un edificio que es más un espacio que un volumen. Los tres elementos fundamentales se independizan en su construcción: La Piscina, Las Graderías y La Cubierta. Desde las graderías el escenario es el agua y el telón de fondo el parque y la cordillera. El edificio exhibe su interior y a la vez se proyecta al exterior. El plano de la cubierta genera el gran espacio interior flexible que incorpora vistas, programas y múltiples usos. De la intención espacial se construye la lógica estructural de todo el proyecto.

Integración al contexto

Una nueva Piscina Olímpica para el Estadio Nacional, que complementa el funcionamiento del Centro Acuático existente, apoyando las instancias de entrenamiento deportivo y eventos de competencia. El edificio consta de 3685m2, proyectados en 2 pisos, con una capacidad para 500 espectadores. Se propone una estructura en base a hormigón armando y cubierta metálica. Buscando un diseño que siga los lineamientos propuestos por el Centro Acuático, logrando conformar un conjunto unitario y armónico. Un espacio interior único de gran luminosidad y claridad geométrica define la propuesta arquitectónica. Una gran cubierta que visualmente esta apoyada en pilares metálicos y en taludes de césped translucidas, busca una lectura de liviandad de este elemento.

La gran pendiente del techo, permite ganar altura en la fachada oriente; dando cabida a las zonas de público y graderías. Así como, disminuir la fachada poniente, evitando el calentamiento excesivo del recinto y la entrada de luz directa que pudiera producir reflejos o deslumbramientos inadecuados en usuarios y competidores.

Interiormente se proponen revestimientos blancos y opales, acompañados por un cielo de madera, cuya geometría rítmica de pliegues continuos, permite entenderlo como un gran manto que ritma el espacio y entrega luz tamizada. El espacio interior es sereno y tranquilo los elementos naturales expresados en 2 planos, madera y agua configuran un lugar.

 

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