| Obra |
Capilla Mortensrud
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| Arquitectura |
Jensen & Skodvin JanOlav Jensen (director del proyecto) Børre Skodvin, Annelise Bjerkan, Torunn Golberg
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| Constructora |
Øivind Moen AS, Dag Solvang, Haavard Slaatten
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| Ubicación |
Oslo, Noruega
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| Ingeniería |
Ing. estructural: Torstein Koch, Siri Moseng, Einar Bjarki Malmquist; ICG ASA, Einar Johansen, Ola Petteresen Bjørn, Gunnar Fuglerudsveen
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| Período |
Año diseño: 1998-99. Año construcción: 2000-02
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| Sup. construida |
2.200m2
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| Fotografía |
Jan Olav Jensen
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| Web |
www.jsa.no
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Con importantes restricciones presupuestarias (el costo por m2 de construcción equivale al de la vivienda social en Oslo) esta capilla situada en lo alto de una colina, procura respetar al máximo la topografía y morfología del lugar. No habíamos tenido oportunidad de mostrar obras de arquitectura religiosa en acero hasta ahora. Este proyecto cubre este vacío con creces. A la voluntad expresa de ajustarse a un presupuesto limitado y de rendir tributo a la naturaleza en que se inserta, la capilla suma una propuesta resuelta con acierto. Reduciendo al máximo los movimientos de tierras, se ajusta al terreno mediante una estructura de acero que actúa como soporte de una piel confeccionada con piedras del lugar dispuestas sin asentar. El cerramiento al exterior es una segunda piel de vidrio. El resultado es una envolvente semipermeable de una textura irregular muy provocadora en la que se marcan acentos de luz y de sombra. La resolución de la planta no renuncia a la incorporación de rocas preexistentes dentro del edificio ni al respeto la arborización, logrando un conjunto cuyo llamado a una contemplación se funda en una lugaridad muy esencial.
F. Pfenniger
La iglesia está situada en la parte superior de una pequeña loma con grandes pinos y algunas rocas expuestas.
Geométricamente la iglesia es una adición al terreno existente, sin que fuera necesario voladuras ni excavaciones, excepto la cuidadosa eliminación de la capa delgada superior de tierra. Esta técnica, entre otras cosas, hace que sea más fácil preservar la vegetación existente y la topografía, lo que añade una dimensión a la experiencia del edificio.
Algunos árboles se conservan en los atrios dentro del recinto. Algunas de las formaciones rocosas emergen como islas en el piso de concreto de la iglesia, entre la congregación y el coro. Así, la iglesia tiene sus principales divisiones a partir de elementos que ya estaban en el sitio. Esto es posible porque hay tolerancias relativamente grandes en el dimensionamiento de los recintos. No se ha utilizado ningún módulo para determinar la posición exacta de los jardines. Más bien los materiales y las estructuras se eligen para que sea posible un proceso gradual de ajuste no incremental de dimensiones, sin gradas ni módulos.
La tensión entre el deseo de crear un espacio "silencioso" y auto-referente y una variedad de obstáculos que limitan esta posibilidad, se ha elegido deliberadamente como estrategia de perturbar arquitectónicamente un proceso en el que participan una amplia gama de personas e intereses, y que de otro modo estaría muy cargado de referencias convencionales y otras referencias históricas convencionales.
La estructura principal es un marco de acero con un muro de piedra que soporta la cubierta. Una fachada de cristal exenta entre 90cm y 160 cm del muro de piedra define una estrecha galería alrededor del recinto de la iglesia. La piedra de este muro está construida sin mortero, así deja pasar la luz, y tiene un lado parejo, y una cara desigual. El exterior irregular del muro interior de piedra está expuesto a través de la fachada de vidrio en tres lados de la iglesia. El muro de piedra se rigidizó horizontalmente mediante perfles de acero de 4mm x 250mm entre las columnas, insertas en el muro cada metro. Estos perfiles pueden rigidizar el muro sólo cuando se agrega el peso de propio del muro a la estructura. La fachada de cristal se rigidiza a los perfiles horizontales del muro de piedra a partir de placas de acero que se insertan en las juntas verticales entre los paneles de vidrio.
El presupuesto era muy ajustado, y el precio por metro cuadrado es igual a la de la vivienda social en Oslo. Para lograr construir este edificio nos dimos cuenta que teníamos que usar todas las posibilidades imaginables para conseguir más por menos, económicamente hablando. Esto se logró principalmente al evitar el uso de las soluciones convencionales propias de los sistemas de estructuras de fachadas, muros, pisos, etc. En cambio, se utilizan métodos y técnicas muy básicos que sorprendentemente hemos encontrado, una y otra vez que no sólo resultó ser más barato, sino que también nos dio una mayor libertad arquitectónica.
El carácter fragmentado y complejo que surgió y concluyó el proceso de búsqueda de las posibles configuraciones - que es el diseño que finalmente pudo realizarse debido a las limitaciones que tuvimos - resultó ser tan complejo que es prácticamente imposible de fotografiar el edificio completo o el interior de una sola vez.
