Pieles: planchas perforadas y tejidos metálicos

Pieles: planchas perforadas y tejidos metálicos

En arquitectura se habla crecientemente de piel, haciendo alusión al tratamiento de las fachadas y cubiertas, o sea a la envolvente del edificio que está en contacto con el medio que lo rodea. A medida que se ha intensificado la preocupación y las soluciones en torno a una arquitectura sustentable, la piel de los edificios se ha transformado en un elemento clave en materia de eficiencia energética: iluminación natural, aislamiento térmico, control solar y aislamiento acústico son algunos de los factores que se concentran sobre la envolvente de un edificio. Resistencia a otras variables físicas, químicas o biológicas del medio (como corrosión, humedades, viento, insectos u otros) sólo hacen de este elemento de la construcción un tema sensible y que concentra mucha atención, cuidado e investigación. Sin embargo, el concepto de piel en verdad no es tan nuevo: lo podemos encontrar en muchas de las prácticas constructivas y en las culturas más antiguas, desde las construcciones de los pueblos originarios de América hasta las culturas africanas, de Oriente y Oceanía. En lo fundamental, el concepto de piel reconoce que en los edificios se puede diferenciar entre la estructura portante y el cerramiento. En verdad podríamos diferenciar entre las culturas constructivas que se fundan en la estructuración maciza y pétrea, que funden en un solo elemento las funciones portantes y de cerramiento (la piedra, el adobe, la albañilería) que encuentran en el hormigón una expresión contemporánea y aquellas culturas que apelan a una diferenciación entre la estructura y el cerramiento, como muchas de las estructuras de entramados de madera que encuentran en el acero un potencial contemporáneo que les permite mayores complejidades y alturas de construcción. Asociar esta diferenciación a estados de desarrollo de los pueblos y culturas que las desarrollan es un error y un facilismo en que se cae frecuentemente cuya discusión excede el propósito de este artículo. Si Roma y el imperio Inca se fundaron en la piedra, Japón y las culturas de Oceanía propugnaron la diferenciación entre estructura y envolvente. Hoy la piel como tratamiento exterior final de la envolvente de un edificio se aplica tanto a una como a otro concepto. El progreso y desarrollo en la tecnología de los cristales y de los muros cortina llevan a enfrentar los problemas que plantean las excesivas ganancias solares. Por otra parte, las transmitancias térmicas del hormigón o consideraciones sobre durabilidad e impermeabilidad promueven el desarrollo de envolventes que mejoren y optimicen estas prestaciones. En este escenario, se han desarrollado muchas soluciones y tecnologías que responden a algunas de las preguntas y desafíos que representa la envolvente y la piel última de los edificios. La piel es entendida como un sistema complejo, de variadas y/o múltiples capas, cada una de las cuales juega un rol importante y específico en el conjunto y en la expresión del edificio. El vidrio representa la aspiración a una transparencia casi total, especialmente con las tecnologías más recientes de los vidrios extra claros y de los vidrios selectivos. Sin embargo, nuevos materiales y aplicaciones se suman a esta búsqueda de soluciones para fachadas diáfanas. Una de ellas son las pieles transparentes o semi transparentes de metal, aplicaciones que, en algunos casos, han sido desarrolladas para aplicaciones industriales y que han sido descubiertas y re direccionadas hacia la arquitectura por diferentes arquitectos. Es el caso de los tamices y las mallas perforadas. Veremos algunas de ellas.

Planchas perforadas

El gran avance de las máquinas de control numérico computarizado (conocidas por la sigla CNC) así como la transferencia directa de información desde las aplicaciones CAD o BIM a estas unidades productivas ha permitido que la perforación de planchas delgadas se haga cada vez más fácil y eficientemente, a costos también cada vez menores. Hoy, diferentes empresas de transformación del acero así como talleres, prestan el servicio de perforado de planchas en distintas geometrías y formatos agregando una gran cantidad y variedad de alternativas a la paleta de soluciones. Las formas más usuales de perforación son: 

a. Perforación redonda, alineada o alternada

Alineada

Alternada

Típicamente, se debe especificar variables importantes, a saber:

R = diámetro de la perforación

T = distancia entre los centros o ejes de la perforación

El resultado de la combinación arroja un % de perforación que es un valor importante que determina el porcentaje de sombra y la transparencia a las vistas.

En el caso de las perforaciones alternadas, se pueden hacer en diferentes grados, aunque las más comunes son de 60º o 45º.

b.  Perforación cuadrada

c.  Perforación alargada

Redondeada u oblonga

 Larga cuadrada

  Perforación romboidal, triangular y  decorativa.

Los procesos de perforación se pueden hacer con diferentes tecnologías, como el punzonado o el fresado. Uno de los problemas importantes a resolver es el tratamiento de los bordes, ya que ahí pueden quedar ondulaciones producto del impacto del punzonado o rebarbas resultado del fresado. Estas deformaciones pueden representar desde un problema estético hasta un problema de seguridad, dependiendo de la aplicación y uso de la plancha perforada.

Otro aspecto importante de tener presente es el tratamiento superficial de la plancha perforada que estará determinada por las condiciones ambientales y de servicio a las que estará expuesta. Como ya hemos comentado, existen distintas soluciones para estas diferentes condiciones que van desde el uso de planchas de Zincalum pre-pintadas hasta planchas de aceros patinables o inoxidables. Para mayores detalles se puede visitar Aceros Patinables 

Hay innumerables aplicaciones de las planchas perforadas de acero en la arquitectura, algunas de las cuales hemos presentado en nuestro sitio.

Planta Graneros – Nestlé – G. Hevia arquitecto – Panel screen Hunter Douglas - http://www.hunterdouglas.cl 

También se usan planchas perforadas en elementos complementarios, como barandas, logias, cierros.

www.losepp.cl

 

Tejidos Metálicos

Los tejidos metálicos, al igual que los textiles, consisten en alambres, cordones o cables, redondos o planos, en que los alambres longitudinales (urdimbre) se tejen transversalmente de diversas formas (trama). El proceso de fabricación es mecánico, en telares especialmente configurados para ello. Como no son mallas electrosoldadas, los puntos de contacto entre los alambres de la urdimbre y la trama se suelen deformar a fin de asegurar la posición del cruce. Las diferentes combinaciones de cables, alambres  o cordones así como los diferentes pasos dan origen a una gran variedad de texturas y patrones.

Con el fin de normalizar los tejidos se fijan algunos criterios en DIN 4189:

  • Abertura o ancho de la malla (w o mw): espacio vacío entre hilos adyacentes
  • Diámetro del hilo (d)
  • Finura:   número de aperturas por unidad lineal medida entre ejes de hilos (mm, pulgadas, etc)
  • Area abierta (tamiz: Ao o Fo): porcentaje de huecos de la superficie total
  • Número de puntadas por cm2
  • Grosor del tejido, que depende del espesor de los hilos.

Las calidades de las mallas se miden en la resistencia al desplazamiento relativo de los hilos, siendo de mejor calidad el que tiene mayor resistencia al desplazamiento. Los tejidos metálicos son muy versátiles y tienen distintas aplicaciones que van desde usos industriales en filtros y tamices hasta aplicaciones en arquitectura como fachadas, revestimientos, particiones y protecciones.

www.theinoxincolor.comEdificio Municipal de Recoleta – Prado arquitectos – Malla metálica GKD – Hunter Douglas http://www.hunterdouglas.cl/ap/cl/galeria-de-proyectos/control-solar/mallas-metalicas

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