| Obra |
The Rolling Hut
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| Arquitectura |
Olson Kundig Architects
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| Constructora |
Tim Tanner
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| Ubicación |
Methow Valley, Washington's, Estados Unidos
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| Ingeniería |
MCE Structural Consultants
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| Año |
2007
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| Colaboradores |
Tom Kundig, FAIA, director de diseño; Jerry García, director de proyecto
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| Sup. construida |
40,9m2 (interior 18,6m2; terraza 22,3m2)
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| Fotografía |
Chad Kirkpatrick, Tim Bies
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| Web |
www.olsonkundigarchitects.com
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Estas cabañas, aun cuando comparten algunos conceptos básicos, están muy por sobre los camping, alejadas de las carpas y de los motor home y todos los demás artilugios que suelen posarse en este tipo de instalaciones provisionales. Parecen cabañas, pero no están ancladas al terreno: tienen ruedas. Son móviles, sí, pero no están pensadas para grandes sino pequeños desplazamientos, no son un carro de arrastre ni tienen motorización propia. Son la respuesta a una necesidad de dar alojamiento, pero su estrategia es proteger la pradera sobre la que apenas se apoyan y a la que pueden dar respiro moviéndose. La estructura es muy sencilla: un sistema de 4 pilares doble T surge desde el eje que une las ruedas dobles de cada apoyo. Estos pilares están unidos entre sí por sendas vigas doble T a nivel de piso (acarteladas para recibir el envigado de madera) y a nivel de cubierta (en forma de V). Un habitáculo reducido (apenas 18m2), largo y más bien estrecho, se organiza sobre una plataforma que lo excede en el ancho y en el largo y que coincide con la proyección de la cubierta exenta. El habitáculo y la cubierta no se tocan y le otorgan al objeto un aire sutil que lo hacen permeable al cielo que lo rodea mientras resguarda su privacidad. Toda la luz y la vista están concentradas en la cara frontal de la cabaña, vidriada en toda su extensión y altura, definiendo la orientación de cada una de ellas. Las cabañas miran hacia distintos puntos del paisaje, pero no se miran. El autor dice que están puestas como un rebaño sobre el terreno y tiene razón, pero sólo en la forma en que se paran (y miran) y en esa sensación de grupo, de pertenencia que trasmiten. Tan lejos están de las carpas o de los campers como de toda intención de mimetizarse con el paisaje o con el rebaño. Son un acierto.
F. Pfenniger
En respuesta a la necesidad del propietario de contar con un espacio para los amigos y familiares que visitan la casa y la familia, las Rolling Huts están a varios pasos por encima del camping, sin dejar de ser un diseño de bajo impacto y baja tecnología. Las cabañas se posan ligeramente en el sitio, un prado inundable en un valle de río alpino. El propietario compró el terreno, un antiguo campamento RV (de casas rodantes), con el objetivo de permitir que el paisaje vuelva a su estado natural. Las ruedas elevan la estructura por sobre la pradera, proporcionando una visión sin obstáculos de la naturaleza y la perspectiva de las montañas circundantes.
La construcción de cada cabaña es simple. Es, en esencia, una caja revestida de acero, desfasada sobre una plataforma de acero y madera. Los muros se rematan con las ventanas del claristerio, sobre las cuales flota un panel de techo SIP en posición de V invertida. En el extremo norte de la cabaña, una doble puerta vidriada de corredera se abre hacia el exterior. La vida se produce no sólo en los 18,6m2 (200pies2) dentro de la caja, sino que además en los 22,3m2 (240pies2) del espacio de la cubierta que la rodea. El interior de acabados de corcho y madera contrachapada es simple, de bajo costo y se dejó tan crudo como fuese posible. Los exteriores son duraderos, materiales que no demandan mantenimiento, como chapas de acero, madera contrachapada y un deck para el automóvil. La naturaleza en bruto de los materiales responde a su entorno natural.
Las cabañas están agrupadas como un rebaño: mientras que cada una se localiza hacia una vista de las montañas (y lejos de las demás estructuras), su proximidad las une. Las duchas, así como el estacionamiento, se encuentran cerca del granero situado en el centro, creado a poca distancia de “rebaño”. La escorrentía de las aguas lluvias y el derretimiento de la nieve de cada cabaña se infiltran en el paisaje circundante naturalizado. Las cabañas evocan la cabaña de Thoreau (http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_David_Thoreau) en el bosque, las estructuras pasan a un segundo plano después de la naturaleza.
