Arquitectura en acero

 El proyecto enfrenta varias restricciones y consideraciones: aprovechar un solar con parque y construcciones existentes, responder a una nueva etapa de la vida de los usuarios con una reducción de espacios importante, valorizando en ellos las condiciones deseadas, asegurar las vistas y la privacidad. El emplazamiento parece hacer uso del único espacio disponible mediante una construcción de dos plantas. El proyecto se ordena en base a dos cubos sobrepuestos, ligeramente revirados entre sí, que separan las actividades públicas de las privadas del programa. El gesto sencillo es eficaz. En la intersección se conforma una amplia doble altura sobre la sala que es remontada por una distendida rampa que se transforma en el elemento distintivo del proyecto: conecta, comunica y alberga la biblioteca. En los planos resultantes del giro de los volúmenes principales se disponen parte de los objetos que se quieren exhibir, son pliegues, planos regalados, espacios de sorpresa integrados al espacio central que parece representar la idea del proyecto y simbolizar la nueva vida de los propietarios. Hacia él confluye todo la atención y el interés. Sus muros y cielos blancos, su pavimento de madera, su contacto con el exterior y su iluminación acogen el pasado representado en muebles, libros y objetos, con una contemporaneidad que fascina y cautiva. Esta misma se expresa exteriormente en los planos verticales de los volúmenes tratados con una alta proporción de cerramientos opacos (chapa de acero negra) alternados con vanos de cristal en el mismo plomo, muy definidos y pulcramente seleccionados que dan a patios bien delimitados y protegidos que completan el espacio interior. El control del asoleamiento, las vistas y la privacidad se fundan en esta operación. En lo constructivo, el proyecto está resuelto con una estructura principal de pilares y vigas en perfiles de acero conformados en frío de uniones soldadas en obra. La tabiquería es mixta de entramado de madera, revestimiento exterior de planchas de OSB e interior de planchas de yeso-cartón. El acabado exterior es de planchas de acero perfiladas pintadas color negro grafito. La cubierta, de planchas de acero, está resuelta en muy baja pendiente mediante un envigado, de modo que no queda a la vista. El proyecto se instala bien en el terreno y define un carácter fuerte y propio muy cuidadoso del parque y entorno existente. Pero más allá de ello, lo que transmite esta casa es un equilibrio finamente tensionado que se expresa en su volumetría, en sus luces y sombras, en sus espacios interrelacionados, sus patios, en la proporción de llenos y vacíos. Pero se muestra, especialmente, en la confluencia y equilibrio maduro entre la historia de vida y el proyecto de vida de sus habitantes, a quienes habrá que felicitar tanto como a los arquitectos: se trasunta un coraje en los primeros, que los segundos han llevado a muy buen puerto.

F. Pfenniger