| Obra |
23 viviendas en Amsterdam-Osdorp
|
|---|---|
| Arquitectura |
Atelier Kempe Thill
|
| Ubicación |
Amsterdam-Osdorp, Holanda
|
| Año |
2008
|
| Fotografía |
Atelier Kempe Thill, Ulrich Schwarz
|
La renovación y recuperación de barrios se está transformando en una reflexión importante en muchas ciudades, no sólo europeas. En este caso, se aborda el tema de la memoria urbana de la postguerra, con una reinterpretación de los valores del movimiento moderno -ajustados a las formas de vida contemporáneas- que pone en valor la síntesis y la medida economía del proyecto. El conjunto se resuelve en terrenos de un frente reducido (4,80m) y 12,5m de profundidad con una propuesta de tres plantas en que las dobles alturas, los espacios comunes y las alturas de los acristalamientos dan soporte a la vida de la nueva generación de la clase media holandesa. Los patios traseros destinados a garajes, cuyos cerramientos de malla metálica serán la guía para la vegetación entregan, a su vez, la terraza privada de cada vivienda. Como en otros proyectos, el acero es un actor complementario y no protagónico de la obra. El conjunto habla de un concepto que resulta atractivo y que en este tipo de proyectos es siempre bienvenido: la justa medida.
F. Pfenniger
Amsterdam Osdorp fue construido en los años sesenta y desde hace un tiempo está inmerso en un proceso de renovación. La intención del proyecto urbano es crear una gran variedad de viviendas individuales para servir a la clase media. Muchas partes de los edificios existentes han sido demolidos para ser sustituidos por otros más acorde con las nuevas formas de vivir.
Una de las cuestiones fundamentales que emergieron durante el proceso de construcción es cómo tratar la herencia urbana y arquitectónica de la posguerra europea.
Nuestro proyecto está integrado en el Masterplan Zuidwest-Kwadrant, coordinado por el grupo De Nijl Architecten, y su intención es mantener el típico perfil urbano de calles anchas y jardines verdes colectivos, integrando los garajes bajo los nuevos edificios.
Tomamos como punto de partida para el proyecto el agradable asentamiento urbano e intentamos encontrar una solución coherente para los garajes, y el resultado es un proyecto residencial prototípico que sirve de base a la escala colectiva de Osdorp sin renunciar a las posibilidades de expresión de las viviendas individuales. Los valores tradicionales del Movimiento Moderno adquieren una nueva interpretación y se estimulan nuevas formas de vivir.
La estrategia económica fue determinante, al contar con un presupuesto de 850 Euros/ metro cuadrado, relativamente baja para el estándar de Amsterdam. Como respuesta, decidimos partir del diseño de viviendas más estrechas y profundas de lo habitual, resultando parcelas de 4,80 X 12,50 metros, logrando así reducir la superficie de fachada y generar una buena proporción de “ metros cuadrados baratos” en cada casa. La sensación de estrechez es mitigada por la doble altura del estar y la fachada totalmente acristalada. Los garajes se construyen a cota de la calle, evitando así la necesidad de excavaciones y el uso de hormigones hidrófugos, y su cubierta plana se utiliza como terraza individual de las viviendas.
En la parte delantera de las viviendas se ha proyectado un jardín común de 6 metros de profundidad, rodeado de vegetación, que pretende estimular la convivencia entre los vecinos. La cocina comedor de las viviendas se sitúa en planta baja, directamente conectada con este espacio verde, y unida mediante una doble altura al estar de la planta primera. Esta zona de estar se vincula a la terraza trasera, más íntima, que sirve de cubierta al garaje.
La segunda planta se reserva para las habitaciones, divididas con particiones móviles para buscar la flexibilidad en su distribución. Opcionalmente, a los compradores se les ofrece un espacio en planta tercera.
La materialización de estos edificios está libre de pretensiones y quiere vincularse a una cierta ligereza. Los vidrios se resuelven de suelo a techo, iluminando los espacios interiores, aunque son parcialmente reflectantes para evitar una excesiva radiación solar en el interior. La fachada posterior está caracterizada por el garaje, cerrado con malla metálica sobre la que se dejará crecer vegetación. El diseño interior es austero, utilizándose escaleras estandarizadas y reduciendo al mínimo las particiones. Por razones económicas el proyecto fue construido como un collage de diferentes materiales, hormigón, acero, madera y aluminio, así como diferentes materiales sintéticos. Para unificarlos y permitir el dominio del espacio sobre el material, todos los elementos constructivos han sido cubiertos con color RAL 9010. La vivienda se presenta así como la clásica estructura blanca que servirá de escenario neutro para que la generación IKEA lleve a cabo sus sueños de una forma de vivir libre y ligera.
