Estación intermodal de pasajeros, Perú

Estación intermodal de pasajeros, Perú

El proyecto pretende ser una pieza urbana (imbuida en una nueva propuesta urbanística) que busca conectar interdistritalmente y tener como principal objetivo vincular el distrito de comas con los olivos.
Obra
Estación intermodal de pasajeros, Perú
Alumnos
Henry Daisuke Izumi Noda, Carlos Enrique Chauca Galicia, Giuliana Paola Peláez Rodríguez y Luis Elias Rodríguez Rivero
Institución
Pontificia Universidad Católica del Perú

El proyecto ganador de la sección peruana presentado como finalista al 4º Concurso Alacero para estudiantes de arquitectura aprovecha la oportunidad de la convergencia de diferentes sistemas de transporte situando su propuesta sobre el eje de la Carretera Panamericana al Norte de Lima. Una gran estructura que se convierte en un hecho urbano significativo alberga en diferentes niveles los sistemas de transporte convergentes y aspira a ser un conector interdistrital que permita la recomposición (costura) del tejido urbano de superficie herido por la carretera. Le hace bien al concurso la voluntad un poco utópica de este  proyecto  que evoca otras reflexiones, aunque sacrifique la resolución más precisa de la estructura y el  detalle

F. Pfenniger

El proyecto se desarrolla en “Lima norte”, ya que se desea repensar la ciudad a partir de la formación de diversos nodos, que han dado lugar a una Lima policéntrica.

Es así que se piensa aprovechar la magnitud del equipamiento para replantear la ocupación de suelo que se da en el sector norte, la estación intermodal está ubicada en la autopista panamericana norte, a la altura del intercambio vial más importante de esta parte de la ciudad. En esta confluencia de vías, resalta la avenida universitaria, la cual es una de las avenidas más importantes de lima metropolitana, ya que con sus 24km de extensión, une las zonas rurales de Carabayllo hasta el litoral limeño, y por otro lado, la panamericana, une toda la costa occidental del continente. Actualmente, según Arellano en “Lima, la ciudad de los reyes, de los Quispe...” (2005), Lima norte es una de las zonas con más proyección de ser un centro de equipamientos comerciales y educativos, con esto se afirma que hay avances significativos en programas activadores para la ciudad, sin embargo el tema de transporte sigue dejado de lado. El proyecto pretende ser una pieza urbana (imbuida en una nueva propuesta urbanística) que busca conectar interdistritalmente y tener como principal objetivo vincular el distrito de comas con los olivos. La panamericana norte se volvió un borde, que por tener carácter de autopista, lo único que ofrecía era un muro ciego y una condición de ausencia de ciudadanos, teniendo como consecuencia primaria la inseguridad y la proliferación de la delincuencia. El proyecto aprovecha el gesto urbano, para generar toda la intermodalidad, y permitir la confluencia del transporte regional como un tren sudamericano, buses interprovinciales, y transportes urbanos como el tren eléctrico, el sistema de buses articulados “el metropolitano”, autos particulares, los cuales tendrán la función ideal de acercar al pasajero a la estación y a partir de este lugar, el transporte público sea el principal y único medio de transporte.

El nivel cero del proyecto se convierte en el espacio que permite la verdadera conexión entre dos distritos, que hasta el momento habían permanecido aislados por la presencia de la panamericana norte. En este nivel el proyecto alberca una estación de buses regionales, así como una estación de buses urbanos articulados, “el metropolitano”, este piso del proyecto nunca se cierra y permite la permeabilidad y el libre tránsito entre los dos lados de la panamericana norte. Esta gran platea permite la intermodalidad entre el sistema de “tren eléctrico (-12.00) metropolitano (0.00) buses regionales”, de esta manera se consigue articular la escala urbana con la escala regional y viceversa.

Este gran espacio público se convierte totalmente, en el lado sur, en una alameda peatonal; tal condición hace que la actividad comercial tome sitio y se consolide como un servicio que puede ser utilizado por todo el sector residencial de ambos lados de la Panamericana. Es así que al desear una nave, libre de apoyos, que garantice una intermodalidad adecuada y una conexión urbana relevante, es que se comienza a indagar sobre sistemas estructurales que permiten cubrir luces de 110 metros. Sin embargo el proyecto busca lograr consolidar una pieza urbana, haciendo que el surgimiento de un equipamiento de tal magnitud pueda terminar de solidificar la formación de un centro importante para el sector norte. De esta manera, la ocupación no solo se piensa en los niveles de uso técnico de la estación, sino que también sobre el proyecto, es decir aprovechar “los aires”, para poder densificar sobre el gran nodo que se va a consolidar.

El segundo nivel del proyecto alberga a las plataformas intermedias, que son el filtro para el usuario que se dirige hacia los trenes. Esta plataforma conjuga servicios de espera, y al mismo tiempo comercio para aquella persona que no necesariamente abordará el tren. Las plataformas intermedias son el único control que tiene el edificio en la parte superior, es decir el edificio se especializa al llegar al 6.00, ya que todo el nivel 0.00 es totalmente público. Este nivel de plataformas para abordar los trenes regionales, se conjugan con los halls de los edificios que ocupan los aires de la estación, nutriendo la confluencia en toda la estación intermodal, y garantizando la vigencia y permanencia de los servicios y comercios que ahí se desarrollan.

La estación polariza los flujos, para ello sirven las plataformas intermedias, ya que una recibe flujo de llegada, mientras que la otra retiene al flujo de partida con actividades comerciales y demás. Esta polarización de los flujos permite un funcionamiento cíclico de la estación, haciendo que existe un correcto y ordenado direccionamiento, al mismo tiempo que permite la fácil ubicación de los usuarios. La plataforma de llegada se vincula directamente con el paradero de taxis y de metropolitano, así como también de los buses interprovinciales, haciendo que exista un empalme inmediato entre distintos modos de transporte. Al mismo tiempo la plataforma de partida se vincula directamente con espacio público/comercial, que hace que brinda los servicios necesarios para el usuario.

El proyecto se concibe como un gran techo para la estación. Parte de ese techo es conformado por las barras que se estructuran mediante módulos hexagonales. Son ocho barras las que se proponen, teniendo la posibilidad de desarrollar programas mixtos en cada una, como servicios y comercio en los primeros niveles y viviendas, oficinas en los niveles superiores, debajo de estos programas se desarrolla la estación, mediante niveles que distribuyen y organizan los flujos de la intermodalidad. La búsqueda por una solución que permitiera construir el proyecto por fases, asegurando su rentabilidad, conllevó a la búsqueda de un sistema de prefabricados, donde el acero gracias a su resistencia y condiciones, permite llevar de manera eficiente el proyecto.

La circulación al interior de las barras se organiza como una espina dorsal, donde el eje de escaleras y funicular forman un eje matriz, al cual se traza perpendicularmente los corredores internos de las barras, que a su vez llegan a los vestíbulos de acceso a las cápsulas. 

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