República Dominicana, Mención Honrosa Concurso Alacero 2017

República Dominicana, Mención Honrosa Concurso Alacero 2017

Jardín infantil, Mención Honrosa del Concurso Alacero 2017
Obra
República Dominicana, Mención Honrosa Concurso Alacero 2017
Alumnos
Leardy y Lerado Lizardo Hierro
Profesores
Francisco Manuel Florentino Rosario
Institución
Universidad Católica Tecnológica del Cibao

República Dominicana recibió una de las menciones del concurso Alacero de Diseño en Acero para Estudiantes de Arquitectura 2017. Una interesante propuesta que se funda en la idea de un manto plegado que va conformando cubiertas y muros, aprovechando la escorrentía de las aguas pluviales y generando unos espacios interrelacionados que articulan programas de recintos y patios, conjugando opacidades y transparencias para una buena iluminación natural con cerramientos y celosías para ventilaciones cruzadas. Una estructura en base a perfiles tubulares que se unen mediante un sistema de conexiones roscadas en una esfera, derivadas del sistema Mero, dan soporte a los cerramientos de paneles aislados inyectados de poliuretano y cristales laminados. El edificio que se desarrolla en esta sucesión de pliegues de cubiertas y muros genera patios contenidos y protegidos. La vegetación nativa propuesta traspasa la cáscara del volumen construido en que el triunfo de lo orgánico sobre lo construido parece algo más que una casualidad, una alegoría al crecimiento y desarrollo. De esta forma, el edificio auto contenido, también parece cobijar, proteger y acoger a los niños que recibe sin tener que recurrir a cerramientos agresivos hacia el exterior. Por el contrario, se instala en el terreno en forma sincera y abierta.

Francis Pfenniger

El proyecto se ubica en los límites del barrio María Auxiliadora en una zona marginal al suroeste de la ciudad de La Vega. Limita al norte con los barrios El Tanque, Altos de Chavón, los Barrancones, La Cacata; hacia el oeste con Guaigüí; hacia el sur con el Guabal y al este con las urbanizaciones el Paraíso y el Edén. Emplazado en un solar 7.054,70m2 de topografía regular; con un área de construcción de 1.844,57m2.   

Se visualiza el proyecto tomando como paradigma la montaña, que ofrece un atractivo natural por sus contornos, su relieve continuo en la discontinuidad, elevaciones y pendientes que contrastan con la horizontalidad; además, presenta tonalidades de colores según las estaciones del año, condiciones climáticas variadas y un contexto ecológico sostenible.

El concepto está inspirado en la silueta de la montaña, por eso el proyecto guarda analogía formal con los atractivos contornos triangulares asumidos en la integralidad arquitectónica del mismo.

Gráfico 1Este proyecto propone unas formas dinámica y contemporánea mediante fragmentación de poliedros irregulares, que transmite una imagen adecuada de integración al contexto donde se emplaza, en una zona caracterizada por asientos informales, con una geometría simple que interpreta el paisaje montañoso; la estructura de esta geometría solo puede ser plasmada en acero.

El proyecto se desarrolla de manera horizontal y se divide en 4 bloques: sala de cunas, área de servicios, área administrativa y jardín infantil. Las áreas se transversalizan por espacios verdes interiores proporcionando una sensación de ligereza a la edificación; en busca de crear un pulmón para ventilar y acondicionar los espacios, así mismo para disipar el ruido producido por los niños.

Los ambientes se ven enriquecidos al natural con palmeras que entrelazadas con las aberturas de los techos; se recrean los espacios y su configuración para dar una sensación de libertad, economía ecológica y armonía con la naturaleza. (Ver gráfico 2)

 

 

Gráfico 2 
gráfico 2
La guardería se aleja de la ortogonalidad y la geometría del mundo del adulto, opresiva para los niños y niñas y fuera de su comprensión. La proporcionada irregularidad volumétrica y sensorial de las aulas de los niños y niñas de 2 a 3 años y del edificio en general, pretende que se generen constantemente perspectivas diferentes en cada punto del edificio según avanza el día.

La incorporación del color en los materiales se selecciona en función del desarrollo de los niños y niñas. Las salas cunas se bañan de color azul, con lo que se promueve la relajación y fomenta el sueño, por tanto favorece el crecimiento de los bebés. Las salas de actividades en color naranja favorecen la actividad y la estimulación psicomotriz, esencial en esta etapa del desarrollo de los niños y niñas. En los patios de expansión y salas docentes, predomina el color verde propio de la naturaleza.

El objetivo del proyecto es crear una edificación amigable para albergar niños y niñas; además, favorece a la estructura familiar, sobre todo a las madres, que tienen a sus pequeños bien cuidados, en un entorno agradable y positivo, mientras desarrollan actividades productivas y de diverso orden.

 

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