Memoria, escala y tecnología parecen concurrir en este proyecto que rinde homenaje a un pueblo, a su historia y a sus orígenes. Schijndel, Holanda, sufrió los embates y la destrucción de los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial, perdió su mercado y esperó, durante décadas, una solución a una plaza sobredimensionada resultante. Tras múltiples propuestas y luego de un encendido debate ciudadano, MVRDV logró la aprobación de este edificio que sintetiza los edificios típicos de las granjas locales ¡pero las cambia de escala! El ejercicio y la reflexión que dan origen a la propuesta construida no son menores y tocan aspectos significativos de nuestra necesidad de identidad y de memoria. En este sentido, tampoco es menor el hecho de que se trate del pueblo natal de Winy Maas. Una de las preguntas es cómo honrar el pasado sin caer en lo anecdótico y, al mismo tiempo, reportar lo más fidedignamente posible las construcciones que se quieren re-presentar. No es esperable ni posible que la propuesta sea literal: está más cerca de lo museográfico y definitivamente lejos de la escenografía. La paradoja está en que la cabida del terreno prevista por los planificadores urbanos, resulta en un volumen construible que reproduce la forma de las granjas, pero a una escala 1,6 veces mayor. El edificio es, entonces, la representación de las granjas tradicionales. Construido enteramente en cristal soportado por una ligera estructura de acero, el volumen termina siendo el soporte de la representación. Representación que se hace sobre un trabajo de investigación fotográfica que registra y re-construye la imagen sintética (sincrética, casi) de las granjas locales. Esta fusión, que es todas y, al mismo tiempo, ninguna de las granjas, se graba ampliada sobre los cristales. Es simbólico este edificio aumentado: algo así como la proyección de la memoria de todos y de ninguno de los habitantes de Schijndel, memoria aumentada, por cierto, como se espera. También es simbólica la escala. Aumentada como está, vuelve niños a los adultos (no es el primer ejercicio que en tal sentido se conoce: ya en la década de los 60 se hicieron muebles des escalados para que los adultos pudiéramos sentir y ver el mundo como niños y, si la memoria no me falla, también fue en Holanda). Por último, las trasparencias difuminadas que permiten vislumbrar a través de los muros el mundo interior o el mundo exterior según desde donde se registre, son también simbólicas. Remiten al carácter onírico de los recuerdos más profundos situados territorios compartidos en el borde del inconsciente. Y entonces surge este soporte tecnológico que hace posible este encuentro, una tecnología que, no por ser de punta, deja de ser apropiada, adecuada y al servicio de los habitantes. El sentido de todo esto me parece que apela más a la memoria a la que tenemos derecho que a la perspectiva. ¿No son acaso los recuerdos de la infancia (esas casas siempre grandes y espaciosas de las que nos desengañamos al visitarlas como adultos) la representación preciosa (ya que no precisa) de nuestra historia?
F. Pfenniger
Ubicación:
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Schijndel, Holanda
MVRDV
1.600m2
Hooijen y COI Ridderkerk
2013
Persbureau van Eijndhoven, Jeroen Musch, Cortesía de MVRDV
www.mvrdv.nl
Durante la Segunda Guerra Mundial El mercado de Schijndel sufrió severos daños y ha sido objeto de numerosas ampliaciones y reformas. Winy Maas escribió una carta en 1980, y recién en el año 2000 la municipalidad aprobó la idea de una nueva estructura en la plaza entre la iglesia, el ayuntamiento y la calle principal. La oficina MVRDV propuso en reiteradas ocasiones nuevas opciones para llenar el vacío -inusualmente grande- de la plaza
El pueblo se involucró intensamente en el proceso de diseño, incluyendo acalorados debates, encuestas y polémicas en la prensa local – por partidarios y adversarios. El edificio de 1600m2 está totalmente cubierto por una fachada de cristal y se compone principalmente de una serie de servicios públicos tales como restaurantes, tiendas y un centro de bienestar.
Por coincidencia, la dotación máxima que fue definida por los planificadores de la ciudad tenía la forma de una tradicional granja Schijndel. Se midieron todas las granjas históricas locales y fueron analizadas generando un promedio ideal a partir de estos datos. En colaboración con MVRDV, el artista Frank van der Salm fotografió todas las granjas tradicionales, creando una gran imagen de las fachadas típicas de estos edificios patrimoniales. Esta imagen fue impresa usando el procedimiento de sinterizado sobre la fachada de vidrio, dando como resultado un efecto de vitral. La impresión es más o menos traslúcida dependiendo de la necesidad de luz y vistas.
Por la noche la estructura se ilumina desde el interior, convirtiéndose en un monumento a la granja. Con una altura de 14 metros, la granja de vidrio está diseñada intencionalmente fuera de escala y es 1,6 veces más grande que una granja real. La imagen impresa sigue esta “historia aumentada», con la puerta de la granja, por ejemplo, que aparece superpuesta con 4 metros de altura. Cuando los adultos se relacionan con la construcción pueden experimentar el tamaño de un niño, como un recuerdo nostálgico.
Coincidiendo con la finalización del edificio, se abrió una exposición en el Museo Heestershuis sobre el Contexto y la Autenticidad. A finales de este año se publicará un libro de la Editorial NAi explorando el desarrollo de la Granja de Vidrio, incluyendo una descripción literaria de los largos procesos que conducen a su realización.
MVRDV diseñó el edificio para RemBrand developers, una combinación de Bienes Raíces Van den Brand y el Grupo de construcción Remmers, junto con los ingenieros de Hooijen y COI Ridderkerk para las instalaciones. Brakel Atmos estuvo a cargo de la fachada y AGC para la impresión.